Campaña para asesinar a un niño

Cosme Beccar Varela
LBM #71
11/1/2001


Súbitamente, por la voluntad soberana de los medios de difusión coaligados con ciertos funcionarios de este gobierno, se ha lanzado una campaña contra la vida de un niño por nacer, inocente e indefenso, el hijo de Silvia X.

    Ayer, nadie sabía nada de la existencia de la señora Silvia X. (que vive en Ingeniero Budge y fabrica carteras), ni de su embarazo. Hoy, todo el país se ha despertado con la noticia, publicada en todos los diarios -y seguramente en TV y radios- de que ella está angustiada porque le han anunciado que el hijo que espera tiene insuficientemente desarrollado su cerebro y que puede nacer muerto o morir poco después, porque es inviable.

    Este es el diagnóstico efectuado mediante la observación del niño por aparatos. Todavía está en el vientre de su madre de modo que no han podido examinarlo personalmente. Pero eso basta: por aparatos y a distancia han dictaminado que el niño morirá y que no tiene salvación, luego... hay que matarlo.

    Las funcionarias izquierdisto-furiosas, Carmen Storani -Presidente del Consejo Nacional de la Mujer- y Alicia Oliveira -Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires-, resolvieron hacer de éste un caso piloto, para abrir las puertas al aborto amplio del cual son partidarias.

    Recomendaron a la señora Silvia X. consultar a la "Fundación Unos con Otros" para ser patrocinada en sus intentos de abortar.

    ¿Qué es esta Fundación? ¿Serán los "Unos" abortistas y los "Otros" eutanasistas o Unos y Otros serán las dos cosas? ¿Cuándo se fundó esta sociedad de la muerte? ¿Quién la financia y quienes la componen? ¿Cuales son sus objetivos fundacionales? ¿Ha sido reconocida como "entidad de bien público" por la DGI, la IGJ, etc.? ¿Qué relación tiene con las funcionarias Storani y Oliveira, líderes demoledoras de la civilización cristiana?

    Silvia X. consultó a la Fundación y ésta contrató los servicios de la Dra. Perla Prigoshin que la patrocinó para abortar al niño.

    Los jueces de Primera y Segunda instancia en lo civil, en fallos que los honran, rechazaron el pedido de autorización para asesinarlo (porque esto es lo que es el aborto: un asesinato).

    Los representantes naturales del niño, sus protectores por definición, los que la ley supone, juris tantum, que se interesan por el bien del niño, insistieron en su voluntad de abortarlo y apelaron al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, criatura del gobierno de De la Rúa.

    Este Superior Tribunal de la Injusticia revocó las sentencias anteriores e hizo lugar al pedido. Su conclusión, monda y lironda de todo bla-bla-bla jurídico, es ésta: Asesínese al niño por nacer para no causar "torturas psíquicas" a Silvia X.

    No dice el fallo inicuo que Silvia X. corra peligro de vida, sino que apenas dice que sufre un "daño moral". Para que Silvia X. no sufra ese "daño moral", se autoriza la horrible inmoralidad de asesinar al niño por nacer, al propio hijo de Silvia X. a pedido de Silvia X. Pocas veces la maldad radical-agnóstico-inmoral-anticristiana se ha mostrado más descaradamente que en este caso.

    El argumento ni siquiera vale dentro de la lógica siniestra del art. 86 del Código Penal, que autoriza el aborto sanitario, porque no está en peligro "la vida o la salud de la madre", sino tan sólo su bienestar psíquico.

    Los católicos anti-abortistas probablemente no saben, ni sus pastores les han informado, que la Argentina es abortista desde 1922. Después de la Rusia soviética, el segundo país del mundo que implantó el aborto fué la Argentina. Triste precedencia.

    Por ley 11.179 se aprobó el proyecto de Código Penal de Rodolfo Moreno, hoy vigente, que incluye la despenalización del aborto cuando el embarazo, a criterio de un médico, pone en peligro la vida o la salud de la madre o cuando es el fruto de una violación o de una atentado al pudor contra mujer idiota o demente (art. 86, incisos 1ro. y 2do. del Código Penal).

    Nunca he entendido ni entenderé, por qué hay tanto despliegue de grupos anti-abortistas contra leyes, por cierto malísimas, como la que aprobó la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires hace unos meses con el consentimiento del Dr. Enrique Olivera, Jefe de gobierno, o el Proyecto similar que tiene en curso el Congreso nacional, pero nunca se hizo una campaña para obtener la derogación del art. 86 del Código Penal que rige desde 1922 y que es clarísimamente abortista.

    Sí, desde 1922. ¿Cuántas generaciones de Obispos, sacerdotes, dirigentes de Acción Católica, Nuncios y demás autoridades religiosas han pasado desde entonces sin que se oyera una sola queja contra la monstruosidad que está vigente desde hace 78 años?

    Y no se crea que es letra muerta. ¡De ninguna manera! Todos los años hay cientos de miles de abortos realizados por médicos inescrupulosos que están legalmente autorizados a matar niños por el mencionado artículo. Inclusive, en la morgue del Hospital Rivadavia hay un cartel (que yo mismo ví hace unos años) que dice algo asi: "Los fetos abortados no se anotan en el libro de muertos". ¿Se tiran directamente a la basura o se venden para hacer cosméticos?

    Ante esa decisión inicua del Superior Tribunal de Injusticia, el Asesor de Incapaces de la Cudad de Buenos Aires, Dr. Pedro Cabiche, interpuso un recurso extraordinario. Bien hecho.

    Llega a la Corte Suprema en plena feria. Los jueces que están en Buenos Aires, los Dres. Boggiano, Moliné O'Connor y Belluscio, en vez de dejar el asunto para Febrero, como es lo lógico, con lo cual se hubiera acercado la fecha del parto normal del niño, no, resuelven habilitar la feria y los restantes jueces convergen a toda velocidad de sus respectivos veraneos pára resolver sobre la vida o la muerte del pobre niñito.

    La responsabilidad de quienes habilitaron la feria es independiente de la sentencia que se dicte. Si es a favor de la muerte, son autores principales. Si es a favor de la vida, son responsables de haber creado un riesgo innecesario contra la vida de un niño. Ellos no pueden saber cómo fallarán los otros jueces. Más bien pueden sospechar que fallarán en contra de la vida.

    Alfonsín y los radicales ya hicieron esto cuando se debatía la ley de divorcio. Sorpresivamente consiguieron que la Corte Suprema dijera que la ley 2393 de matrimonio, vigente desde el 9 de Septiembre de 1882 - más de 100 de antigüedad- era inconstitucional porque prohibía a los divorciados volver a casarse. Con ese fallo se cerró el debate abierto en el país sobre el asunto y se aprobó la ley de divorcio vincular.

    Ahora recurren a la misma técnica hipócrita. Esperamos que los jueces de la Corte -aunque sin mucha esperanza- no se presten a este juego deleznable. Quienes quieren el aborto desean hacer el mal, pero no se atreven a promoverlo abiertamente, buscan excusas y practican chicanas para llegar al injusto fin perseguido.

    Esto es peor que Maquiavelo porque para él, el fin justificaba los medios. Estos de ahora hacen injustos los medios, aunque tengan apariencia de buenos, por la maldad del fin a cuyo servicio los ponen.

    Silvia X. está siendo manipulada para este fin, no hay duda; pero tampoco hay duda de que no hace falta mucha inteligencia para darse cuenta de que una madre debe proteger a su hijo, y más cuando es débil y enfermo. Esto lo saben hasta los animales irracionales. Vayan a sacarle su hijo a una leona o una tigresa...

    Ruego a Dios que los padres del niño tengan la misericordia de bautizarlo antes de matarlo.

    Y tú, inocente niño, si recibes la gracia de ser bautizado antes de ser asesinado, estarás muy pronto en el cielo gozando de la visión beatífica y de la compañía de todos los santos. Te pido que intercedas por el pobre desgraciado autor de estas lineas escritas en tu defensa, que aún debe convivir con tantos miserables como nos tiranizan y soportar su odio.

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