Delendus est Cavallo
Cavallo siempre está rodeado de escándalos de corrupción administrativa. Cuando era el todopoderoso ministro de economía de Menem, durante la década infame del 90, él mismo se autoincriminó cuando, después de ser defenestrado, acusó a ese mismo gobierno de mafioso, de corrupto, etc. siendo que él era quien había tenido la llave de todos los asuntos de gobierno en los que podían cobrarse coimas y practicarse maniobras lucrativas para los funcionarios.
Durante los años clave del régimen menemista, Cavallo era el "mandamás". Hasta se hacían chistes diciendo que Menem viajaba mucho por instigación de Cavallo pues éste quería quedar en libertad de resolver lo que se le ocurriera. ¿Y quien no sabe que Cavallo no se anda con chiquitas en eso de usar el poder que se le dé y decide como un autócrata, no admite réplicas ni, menos aún, oposiciones?
Sus amigos más allegados, designados por él en el Banco de la Nación, hicieron el escandaloso negociado del que IBM fué parte activa. Jamás lo hubieran hecho sin que Cavallo lo supiera. Dadone, Presidente del Banco, no existía como político ni tenía condiciones para ser Presidente del gran Banco argentino. Sólo estaba allí por ser amigo de Cavallo con quien, según creo recordar, tenía negocios privados en conjunto en tiempos anteriores. Dadone no hubiera movido un dedo, y menos aún en un asunto de tanta envergadura, sin que Cavallo le diera su venia.
En el negociado aún mayor de IBM-DGI, en el que los montos son más grandes que en el otro caso, pues rondan los u$s600.000.000, contra u$s250.000.000, en ese asunto, Cavallo mismo autorizó por decreto firmado por Menem y él y por resolución ministerial, la contratación directa entre la DGI e IBM contrariando dictámenes técnicos que lo consideraban innecesario y excesivo. Curiosamente, aunque se avanzó mucho en la investigación del caso IBM-Banco Nación, no se ha avanzado casi nada en el de IBM-DGI.
Hubo otros casos sumamente dudosos, como el de la Aduana, el de las privatizaciones de los ferrocarriles, el del Correo Argentino (con su derivación en los ataques brutales que le dirigió a su mayor competidor, Yabrán, hasta "demonizarlo" a los ojos de la opinión pública y acabar con su suicidio), la indemnización pagada a los adquirentes cordobeses de acciones de un ingenio tucumano, el cobro de un inexplicable sobresueldo durante su desempeño como Ministro, pagado por empresarios privados a través de la Fundación Mediterránea, la compra de un enorme departamento en Avda. Libertador a un precio irreal eludiendo el impuesto correspondiente; la adquisición de un "petit hotel" en Palermo chico. Siendo que su única actividad privada había sido la de un modesto economista de una Fundación cordobesa, ¿pueden explicarse todas estas demostraciones de solvencia con su mero sueldo de Ministro o de diputado?
Nunca explicó de donde salió el dinero con el que compró el departamento de la Avda. Libertador. Y el crédito con el que compró el "petit hotel" era excesivo para un modesto economista de una Fundación cordobesa, a no ser que el Banco que lo dió estuviera haciendo un favor al político influyente, favores que nunca son enteramente gratuitos. Y ¿cómo pagó sus costosísimas campañas políticas? El cuento de las conferencias remuneradas no se lo creo...
Antes de eso, siendo Presidente del Banco Central en tiempos de los militares, resolvió la poco clara y ruinosa nacionalización de la deuda externa privada de empresarios argentinos que le costó al país miles de millones de dólares. Además, les dió un subsidio pagadero por el Tesoro nacional.
Nunca nadie investigó, por qué hizo ésto, si hubo algún "lobbying" y de quién y a qué costo, para que lo hiciera; ni nunca nadie reclamó a Cavallo que indemnice ese daño, y si no puede hacerlo por su inmenso volumen, se lo debió inhabilitar a perpetuidad para ocupar cualquier cargo público.
Su alianza con Béliz es otro escándalo. Éste, antes de aliarse con Cavallo, lo había calificado como un hombre sediento de poder, "capaz de vender a la madre con tal de adquirirlo". Y Béliz lo conoce bien por haber sido parte del gabinete de Menem durante la década infame del 90.
Tuvo un ataque de furia histérica cuando perdió la elección para Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Esto reveló el volumen de sus pasiones en torno del poder.
Su partido Acción por la República (AR) tiene una importante representación en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Hace unas semanas, "tres hombres de Cavallo ... acusados de corrupción, Hugo Verdier -director administrativo-, Felipe Crespo y Omar Vazquez -que se desempeñaban en el área de Compras- fueron destituidos y afrontan una denuncia penal por presuntas contrataciones con sobreprecios y pedidos de coima." ("La Nación", 14/2/2001, pag. 6).
El presidente de la sección Capital de AR, Señor Armando Caro Figueroa, renunció al ver que el gran amigo de Cavallo, el diputado Fernandez Valoni, defendía a los acusados y "que no había predisposición para eliminar prácticas partidarias poco claras" (ibidem).
Caro Figueroa es una de las pocas personas con cierto peso propio que pertenecía al partido de Cavallo.
Fernandez Valoni se hizo cargo del distrito, pero hoy se anuncia su renuncia. No hay duda de que Cavallo es el responsable máximo de esas "prácticas partidarias poco claras" que Caro Figueroa quería eliminar y no pudo. El diputado Fernandez Valoni, nuevamente, es hombre de su más íntimo círculo. La noticia sigue diciendo:
"El diputado se reunió ayer con Cavallo y acordaron los términos de su renuncia. Fernandez Valoni y Cavallo son amigos y comparten salidas familiares y caminatas aeróbicas." (ibidem)
Cuando Cartago amenazaba a Roma hubo un debate en el Senado que concluyó con la famosa frase de Caton: "Delenda est Carthago", Cartago debe ser destruída porque amenaza la libertad de Roma.
Ante el continuo e inducido resurgimiento de Cavallo de las cenizas de sus escándalos, es el caso de decir, parafraseando a Caton: Cavallo debe ser políticamente inhabilitado (aunque no es el único que debe serlo) para salvar la libertad y el bienestar de los argentinos. Delendus est Cavallo.