Inversores tan deseados
Inversores, eso es lo que dice necesitar el gobierno para que se produzca la reactivación económica, el crecimiento de la producción, el aumento del empleo y, sobre todo para los interesados gobernantes, el alivio político que necesitan en este año electoral.
¿Quienes son estos personajes de tan vital importancia? ¿Cómo se los reconoce? ¿Cuáles son los motivos determinantes de sus acciones y las condiciones en que se produce su paso de la inacción al movimiento?
"Inversor" es un género con varias especies. Las primeras dos grandes especies distinguibles serían, el inversor propiamente dicho, por un lado, y por el otro, el especulador.
Los promotores de las diversas Bolsas de Valores y de los mercados de futuros defienden la tesis de que el especulador es un inversor porque ayuda a equilibrar la oferta y la demanda en momentos en que la demanda genuina de un producto está inactiva.
Por ejemplo, los productores de trigo tienen una oferta estacional abundante de ese cereal. Puede ser que en ese momento, los usuarios, panaderos, fabricantes de fideos, etc., tengan stocks suficientes de trigo para la fabricación de sus artículos. Si la demanda estuviera compuesta sólo por este tipo de compradores, los productores de trigo estarían arruinados sino hubiera especuladores que compren el trigo sin necesidad propia, en la expectativa de revenderlo con una ganancia cuando los panaderos y otros fabricantes lo necesiten.
Ésta es una categoría peligrosa de inversor. Personalmente creo que hay que ser extremadamente cuidadoso con ellos porque tienden a privilegiar exclusivamente el lucro por encima de cualquier otra consideración. Para ellos da lo mismo especular con alimentos que con artículos de lujo o recursos financieros.
Lo malo es que casi siempre especulan con artículos de vital necesidad, porque son éstos los que tienen siempre un mercado seguro, que no depende de la moda ni de la propaganda. Ellos sólo tienen que sentarse arriba de su pila de trigo (que nunca ven físicamente) y venderla en el momento en que consideren que el precio les da un lucro suficiente.
Si hubiera una gran hambruna en el mundo y si todas las cosechas de trigo se hubieran perdido, el especulador esperaría y esperaría hasta que las masas hambrientas con su apremiante necesidad, hagan subir el precio hasta las nubes.
El inversor propiamente dicho, digamos, el genuino, a su vez, se divide entre los que tienen capacidad de organizar una empresa productiva por sí mismos y los que no tienen esa capacidad y, entonces, aplican su capital en la empresa de otro o en la Bolsa (en la que, dicho sea de paso, son fácil presa de los especuladores).
No considero inversores a los prestamistas o financistas ya que éstos no invierten stricto sensu, sino que prestan dinero a otros para que inviertan a su riesgo, mientras el financista, una vez tomadas sus garantías, se desentiende de la suerte del negocio y se dedica a cobrar lo que se le debe aunque el tomador del dinero se haya arruinado.
Hay una categoría de actores en el mundo económico que no son propiamente inversores pero que son auxiliares indispensables de éstos y que son frecuentemente confundidos con ellos. Son los empresarios-gerentes de capitales ajenos a los que hacen producir por medio de su trabajo e imaginación. Es una digna profesión, si es bien realizada.
Pero hay una multitud de aventureros que no hacen nada serio sino que se dedican a dilapidar alegremente el dinero ajeno, retirando jugosas comisiones, honorarios, bonus y otras gangas inventadas y decididas por ellos mismos (self retributing decisions) y, una vez que han agotado la fuente de la que se nutren, arrojan al pobre "cliente" al costado del camino, como un limón exprimido y siguen haciendo lo mismo con otro.
Sería interesante analizar si las grandes empresas, las mega-multinacionales, son inversoras genuinas o son conjuntos de gerentes que usan el dinero concentrado en esas mega empresas para sus propios fines en primer lugar y en segundo lugar, para ventaja de esas empresas.
En realidad, esas empresas son una especie de propiedad temporaria de sus grandes gerentes o directores, de los "chief executive officers" (CEO), como dicen los yuppies, muy entendidos en estas cosas.
Estos gerentes no arriesgan su propio dinero sino suposición dentro de la empresa. La única responsabilidad que realmente temen no es la de hacer perder dinero a la empresa sino la de perder sus posiciones.
Por este motivo tienen intereses en gran medida contrapuestos con los de los accionistas de esas empresas. Los gerentes quieren cobrar jugosos honorarios y premios, y los accionistas quieren recibir un importante dividendo. Los gerentes quieren durar lo más posible, aunque su permanencia en el cargo sea ruinosa para la empresa y se aseguran que, al retirarse, puedan llevarse un suculento "paquete" de despedida. Además, ellos hacen elegir a sus sucesores de entre sus amigos y colaboradores con lo cual la empresa, indirectamente, siempre continuará siéndoles útil. Los accionistas, en cambio, quieren que la empresa esté bien administrada y si no lo está que el gerente se vaya y sea reemplazado por uno mejor.
Los inversores genuinos son aquellos que arriesgan algo que es propio, para producir algo o prestar un servicio y de ese modo obtener una ganancia. Estos inversores son personas emprendedoras, que arriesgan, pero dentro de ciertos límites. No son jugadores, como lo son un poco los especuladores.
Entre estos inversores genuinos podrían incluirse los gerentes serios y honestos que administran empresas de otros, identificándose con sus dueños en primer lugar, conscientes de su responsabilidad profesional.
Lo primero que un inversor genuino considera, una vez que tiene un proyecto para realizar, es saber si el país y el lugar en que piensa instalarse, ofrece razonables seguridades de un futuro previsible.
Un país que estuviera gobernado por un loco, por ejemplo, que hoy quiere A y mañana quiere lo contrario, sin ninguna otra razón que su propio capricho; que cambia las reglas, exige absurdos y no admite réplicas, obviamente, no sería un país apto para recibir inversiones genuinas.
Podría, en cambio, ser aceptable para un especulador no quiere realmente construir sino apostar. En esta categoría pueden incluirse los banqueros y prestamistas que, usando dinero de sus depositantes, lo prestan a un país de alto riesgo a cambio de un enorme interés y también a algunos grandes gerentes de mega-multinacionales.
Sólo estos tres tipos de especuladores son capaces de invertir (generalmente dinero ajeno, es claro) en una país gobernado por un loco o por un conjunto de locos, porque sólo ellos, que viven en un mundo de tahures, saben cómo obtener garantías políticas y privilegios a falta de las seguridades normales y "por derecha" que buscan los inversores genuinos.
Ahora, eso sí, esto le cuesta muy caro, carísimo, al pueblo de ese país, cosa que al loco o a los locos no les importa, por supuesto.
Lo dicho se aplica igualmente a un país gobernado por corruptos.
Las seguridades normales que espera el inversor genuino son, básicamente, las siguientes:
1) Un Estado de Derecho en el que las leyes sean justas, el gobierno las respete y los Tribunales las hagan respetar cuando alguien, aunque sea el gobierno, se aparte de ellas.
2) Armonía social basada en el respeto mutuo, fruto de una educación basada en principios morales civilizados.
3) Un sistema impositivo justo y soportable, sin arbitrariedades fiscales.
4) Un gobierno honesto, inteligente y sin favoritismos ni exclusiones.
5) Un sistema bancario eficiente y equitativo, que apoye financieramente a los inversores y consumidores, que no excluya a nadie y que no esquilme a los prestatarios.
Si todas estas condiciones están dadas, el inversor genuino estará dispuesto a arriesgar todas las demás alternativas del negocio.
Las áleas propias de toda inversión, corren por su cuenta. Si gana, bien. Si pierde, no podrá reprochárselo a nadie.
En la situación actual del país, ¿cree el gobierno que están estas condiciones mínimas para que lleguen inversores genuinos? ¿O somos, más bien, el "coto de caza" de especuladores, de gerentes en busca de "bonus" aunque su empresa pierda y de banqueros que usan dinero de los depositantes para hacer préstamos riesgosos, con grandes ganancias contables pero no se recuperan nunca, aunque, eso sí generan jugosos premios para los gerentes?