Periodismo comparado

Cosme Beccar Varela
LBM #99
20/2/2001


En un viejo chiste español, uno le decía al otro: "Yo no creo en las brujas pero, ¡que las hay, las hay!"

    En este embotellado diario marítimo digo cosas que muchas veces se leerán con escepticismo porque parecen indicar la existencia de algunos "brujos" y de sus "brujerías".

    En buena lógica, a partir de ciertas observaciones, no puede evitarse el sacar conclusiones que parecen excesivas. Es muy probable, fiel lector, que Ud. no las acepte porque las apariencias dicen lo contrario de esas conclusiones pesimistas.

    Sin embargo, la realidad es mucho peor de lo que uno puede sospechar o vislumbrar a partir de indicios o leyendo entre líneas. Hay muchos actos que parecen espontáneos o que son el fruto casual de sucesos normales o el resultado de una conjunción de circunstancias fortuitas o de decisiones libres tomadas por personas sinceras, pero en realidad son dolosamente combinados lejos de la luz pública.

    Y si a Mariano Grondona no le gusta (porque dice que no cree en la "teoría conspirativa de la Historia") peor para él, porque aunque no crea en las conjuras, que las hay, las hay, se lo puedo asegurar. Y sospecho que él anda en algunas de ellas.

    De vez en cuando se les escapan a los periodistas ciertas noticias que confirman esta visión "conspirativa" de la política y de la Historia. Digo "se les escapan" porque, normalmente, no les conviene publicar informaciones que sirvan para probar que las conjuras existen. Muchos de ellos actúan en función de intereses y presiones muy distintos al libre ejercicio de la noble profesión de informar y defender la verdad y la justicia, y les resultaría difícil explicar por qué lo hacen.

    Una de esas noticias salió hoy en "Clarín" (20/2/2001). Curioso que "La Nación", hasta hoy, no dijo ni una palabra sobre el caso, aunque está teniendo enorme repercusión en el Perú y es uno de los mayores escándalos periodísticos de los últimos tiempos. Al lado de éste, el de Watergate es un cuento de hadas. Y si "Clarin" lo publicó, fué, probablemente, porque un colaborador del diario, que vive en Lima, fué una de las víctimas.

    El asunto se relaciona con el gobierno de Fujimori, un japonés que dominó en Perú durante 10 años, haciéndose pasar por peruano. Más o menos como Menem, un sirio que dominó la Argentina durante el mismo lapso de tiempo haciéndose pasar por argentino.

    El hecho de que Fujimori y Menem hayan nacido en Perú y en la Argentina respectivamente, no los hace en realidad ni peruano ni argentino. Hace falta un poco más que haber tocado tierra por primera vez en este suelo para ser argentino. "Un gato no es pan porque nació en un horno", decía un amigo mío.

    Fujimori era muy popular, sacaba muchos votos en las elecciones. Grondona trataría de explicar ese fenómeno aludiendo a la aventura de la balsa Kon-Tiki que cruzó el Pacífico para probar el común origen de asiáticos y peruanos; mencionaría también la simpatía personal de Fujimori, su sintonía con las clases bajas, la derrota de "Sendero Luminoso", etc.

    Sin perjuicio de que éstas últimas cualidades pudieran servir para justificar en parte su éxito asombroso y su continuidad en el poder, no son suficientes para explicar el fenómeno, considerando otros aspectos negativos de su persona y de su gobierno. Es claro que tenía que haber algo más, muchas complicidades, muchos intereses obscuros, muchas omisiones culpables.

    La noticia aludida informa que se ha descubierto que el "monje negro" de Fujimori, Vladimiro Montesinos, un militar inescrupuloso, tenía comprada a la prensa y a la televisión. Y ahí está la pieza que faltaba en este misterio político.

    Se han descubierto videos -llamados "vladivideos"- en los cuales se ve al tal Montesinos o a su ayudante Augusto Bressni León, pagando coimas a los directores de ciertos diarios y a ciertos dueños de canales de TV a cambio de que silenciaran totalmente a los opositores y dedicaran sus primeras páginas a hablar bien de Fujimori.

    "En los videos difundidos por los tribunales de Lima -dice la noticia- se revela que el ex-asesor de seguridad y 'monje negro' del fujimorismo, el hoy prófugo Vladimiro Montesinos, pagó millones de dólares a los propietarios de varios canales de televisión y a casi la totalidad de los periódicos de corte popular o 'amarillos' para apoyar la tercera elección de Alberto Fujimori y aplastar a la oposición y a periodistas independientes con información difamatoria. Este corresponsal fué uno de los agraviados por esos medios fujimoristas...Tampoco escaparían los periódicos 'serios'. La justicia tendría un video con el propietario del diario Expreso, Eduardo Calmell del Solar, donde recibiría u$s500.000 para 'alquilar' su periódico".

    En otro video aparece Montesinos con la cúpula de las tres Fuerzas Armadas "a quienes les asegura que 'todos (los medios) están alineados', en referencia a los principales canales de televisión."

    El canal América Televisión "recibía un millón y medio de dólares al mes y a cambio le estaba prohibido difundir cualquier información en contra de Fujimori o a favor de algún candidato de la oposición. Además Montesinos estaba facultado a decidir lo que publicarían los noticieros. Por si fuera poco, el ex-asesor podía vetar a cualquier periodista e intervenir en cualquier programa de televisión como el popularísimo talk-show 'Laura en América'"

    En cumplimiento de este acuerdo, "América Televisión no sólo ignoró a los candidatos de oposición y a los movimientos cívicos de protesta contra el régimen, También desató una sostenida y perversa campaña contra los políticos, en particular con Alejandro Toledo. Todos los noticiarios y el mencionado talk-show "Laura en América", se dedicaron a desacreditar al líder de la oposición, lo que incluyó la aparición de una mujer que dijo haber tenido una hija con Toledo de una relación extramatrimonial"

    Algo semejante ocurrió con otro canal llamado Frecuencia Latina.

    Como puede verse, Fujimori y sus colaboradores compraban los siguientes servicios de la prensa escrita y televisiva:

1) Que apoyaran la candidatura del japonés-peruano.

2) Que le dedicaran las primeras páginas de los diarios de mayor difusión popular.

3) Que los diarios serios también lo apoyaran.

4) Que silenciaran a los opositores, como si no existieran.

5) Que no dijeran nada contra Fujimori.

6) Que los noticieros dieran o no dieran noticias, según le conviniera al gobierno.

7) Que no aceptaran periodistas vetados por el gobierno.

8) Que el gobierno pudiera entrar en cualquier programa para decir lo que le pareciera útil a su política.

9) Que difamaran a los opositores.

    Es muy probable que Montesinos dejara pasar alguno que otro ataque inofensivo contra el gobierno y alguna que otra noticia de los opositores. No les era posible disciplinar rígidamente a toda la prensa, como ocurría en la Rusia soviética. Pero, en general, regían aquellos nueve postulados de una prensa vendida cuya complicidad engañosa explica el éxito político de Fujimori.

    ¿Cree Ud. que es imposible que ocurra algo parecido en la Argentina?

    Por mi parte, creo que fué y sigue siendo posible.

    Menem tuvo un apoyo extraordinario de la prensa escrita y hablada, especialmente de la llamada "prensa seria".

    Cavallo goza de un apoyo y de una promoción increíble de la misma prensa.

    Este gobierno ha conseguido hacer pasar ya varios "gatos por liebre" y sigue cometiendo errores sin que la prensa llame a las cosas por su nombre.

    Y si alguien se guiara sólo por la prensa escrita y hablada argentina, creería que los únicos que existen y piensan en política son los peronistas, los radicales y sus diversos aliados o derivados, más algunos liberales agnósticos que sirven de salsa para la ensalada y que los demás argentinos somos medio atrasados y no entendemos nada ni tenemos nada que decir.

    Para mí es clarísimo que un sistema parecido a los nueve postulados del Perú fujimorista está en funcionamiento.

    Si esto es el resultado de una venta, con pagos en efectivo, no lo sé. Pero no es necesario que lo sea. Hay muchas maneras de pagar y muchas maneras de persuadir.

    De lo que no tengo dudas es de que hay un sistema combinado que obtiene estos resultados y que a causa de ello, el país anda a los tumbos sin que tenga posibilidades de cambiar el elenco que integra su "dirigencia de porquería", como diría Duhalde.

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