¿Un mundo sin familias y sin niños?

Cosme Beccar Varela

LBM #150

8/5/2001


El II Congreso Argentino de Psicoanálisis de Familia y Pareja, que se realizó en Buenos Aires recientemente, sacó una serie de conclusiones que su Secretario, el Sr. Hugo Bianchi comunicó a "La Nación". Ésta publicó un artículo iniciado en la primera página de su edición de ayer, 7 de Mayo.


En resumen, sentenció lo siguiente:


1) "Muchas cosas que se pensaban hace 15 años han cambiado"; "los cambios culturales engendran incertidumbre y sufrimiento";


2) parejas de homosexuales adoptan hijos;


3) mujeres solas, buscan "un amante ocasional para tener un hijo";


4) ha disminuido la atracción entre hombres y mujeres por causa del incremento de la pornografía;


5) muchas parejas prefieren juntarse en forma temporaria, sin comprometerse para toda la vida; el cálculo prima sobre el amor;


6) la natalidad decrece; las "parejas" no desean tener hijos porque "los hijos no representan algunos de los valores que tenían en otra época";


7) en todo caso, es raro que una mujer los tenga antes de los 30 años porque las mujeres tienen mayor "protagonismo en el campo laboral" y quieren estar "seguras del vínculo que están formando";


8) el crecimiento de la "homosexualidad y un mayor sentimiento de la importancia de uno mismo (egoísmo)" condicionan la fertilidad de las "parejas" y les hacen preferir otros intereses en la “unión", antes que la procreación;


9) "la violencia en relación con el niño es un tema grave, que a veces llega a la muerte de los bebes. Tiene distintas manifestaciones -sexual, agresiones físicas contra madres e hijos, la relacionada con le SIDA y las drogas-...;


10) "los juzgados de familia derivan cada vez más casos a los centros de salud mental, que están saturados";


11) los hijos "son la fuente de información considerada útil, cuando antes lo eran los padres y los abuelos...(porque) manejan la tecnología";


12) pero esta primacía de los hijos en la "información" de la "familia", "no tiene utilidad en términos de orientación", porque es mera información adquirida por medios tecnológicos que los adolescentes manejan mejor. Pero "para que alguien esté orientado debe contar con una escala de valores y tener proyectos"; lo cual, obviamente, los adolescentes no tienen,


13) por lo cual "se produce lo que se llama la 'clínica del vacío', la pérdida de ideales, de proyectos” y las enfermedades originadas en la preocupación que este vacío causa, "hasta el suicidio de adolescentes".


14) El Congreso concluye: "No habrá vuelta atrás, aumentarán las familias monoparentales y se profundizará la tendencia hacia la libertad y la diversidad sexual, al pensamiento individualista, al rol protagónico de la mujer y al uso de tecnologías de fertilización asistida."


O sea, según este Congreso al que "La Nación " le ha dado difusión, la familia ha muerto.


Eso es lo que quisieran. Para eso trabajaron psicoanalistas, periodistas, escritores, políticos, empresarios y hasta líderes "religiosos" desde hace muchos años, muchísimos, demasiados. Lo único que lamentan es la violencia, porque eso todavía no tiene buena prensa. Pero de los demás horrores que acabo de resumir, no se conmueven.


Han fabricado un monstruo. Ahora quieren que sea recibido con alegría, como el anuncio de una nueva era de mayor libertad, de concubinatos temporarios sin compromisos, de homosexualismo, de parejas sin amor y puro sexo o ni eso, sin niños, sin inocencia, de igualdad de hombres y mujeres, sin certezas y sin fé. En una palabra, sin Dios.


Para que ese monstruo sea recibido con alegría, es necesario que se engendren mentalidades monstruosas, preferencias monstruosas, ideas monstruosas, en síntesis, una humanidad monstruosa.


Esa humanidad, en vez de formar familias, creará rebaños de amor libre; en vez del romanticismo tradicional, en que el joven suspira por una bella niña y después de un noviazgo correcto se casan, se hará un cálculo de intereses recíprocos en el mercado de "parejas" porque no importará ya el sexo real que será sustituido por una cascada de pornografía; en vez de tener hijos como Dios manda, los encargará a un laboratorio o los hará "clonar" de alguno de los ídolos preferidos; en vez de preocuparse por educarlos, les comprará una computadora para que se arreglen como puedan "visitando" los "sitios" creados por empresas comerciales o centros de información amontonada, sin criterios y sin ideales, y ante el inevitablemente envejecimiento de ese mundo sin natalidad, practicará la eutanasia, eso sí, sin violencia, con venenos suavecitos que matarán con música de rock-n-roll lento...


Linda porquería. Eso es lo que el Congreso de marras y su vocero "La Nación" están propiciando, "sans en avoir l'air", como quien no quiere la cosa. El sólo hecho de publicar la noticia sin una crítica en el mismo artículo (no dentro de unos días en un editorial que no lee nadie o muy poca gente) hace merecedor al diario de este reproche.


Y los psicoanalistas, ya se sabe qué es lo que ellos quieren. Su maestro Freud, cuya filosofía psicológica se ha impuesto universalmente en el mundo occidental, con variantes menores, sostiene que el libertinaje es salud y la conciencia moral que contiene al hombre, es patológica e indeseable. Y que todo es sexo y lo demás son disfraces del sexo.


Con semejante filosofía, no es de extrañar que se haya impuesto el nuevo modelo de "pareja" y de "procreación" que se describe en aquel informe. Y por eso no se lamentan, lo constatan con mal disimulado júbilo.


Pero la familia sobrevivirá. Es del caso decirles a estos enterradores de inocencias y fabricantes de locos: "los muertos que vos matáis, gozan de buena salud". La familia existe y existirá siempre, jaqueada, disminuida, empobrecida, con mala prensa, con dolor y sacrificio. Pero sobrevivirá, porque Dios vela para que la humanidad no sea totalmente aniquilada y si la familia muriera, sería lo mismo que aniquilar a la humanidad. Y siempre gozaremos de la presencia de niños nacidos de un padre y una madre unidos en matrimonio indisoluble, que nos alegrarán (y preocuparán) con su inocencia y con sus juegos y hasta con sus travesuras.


Ruego a la Santísima Virgen que convoque en formación de batalla a todos los ángeles de la guarda de los niños que hoy existen para que los defienda y a aquellos de los que deberán existir, para que protejan su feliz nacimiento en una familia que los cuide y eduque. "Monstra te esse matrem": muestra que eres Madre, como dice una antigua jaculatoria de la Iglesia.

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