Característica carta de rechazo a "La Botella al Mar" y contestación en defensa de ésta

Cosme Beccar Varela 
LBM #207 
31/07/2001 



He recibido una carta del Escribano Domingo Segura dirigida a mí, pero referida a "La botella al mar".Me parece muy representativa de la posición de una parte de nuestra sociedad, de manera que me ha parecido útil ponerla hoy como página del día, junto con mi respuesta.

Si mi amigo Domingo Segura quiere responderme a su vez, publicaré su respuesta sin duda alguna.

La carta dice así:

31/7/2001

Bien sabés el cariño y respeto que tengo por vos y tus ideas.- Pero me da la impresión que ahora se necesitan mentes y manos para HACER y no para DESHACER. 

Es bueno que nos marques los disparates que están ocurriendo con las instituciones manejadas por políticos oportunistas. Pero es malo, criticar por criticar, sin acompañar con soluciones.

No soy economista , menos político. Pero quiero "manos a la obra" de cada uno de nosotros. Manos a la obra que no quiere decir, obras literarias críticas volcadas en papeles o computadoras, sino hechos y propuestas sanas y ejecutables. 

Un abrazo. 

Domingo Segura


Querido Domingo:

He recibido tu carta, que me ha sorprendido. Te agradezco tus buenos sentimientos, que doy por descontados y que son recíprocos. Me preocupa, en cambio, la ligereza con que has descartado el aporte de "La botella al mar" al bien de la Patria.

Me atribuyes "criticar por criticar, sin acompañar con soluciones" y dices que eso es malo.

Creo que antes de hacer un acusación asi deberías haver leído los números 110 y 111 en los que esbozo un plan de soluciones para la economía (7y 8 de Marzo del 2001); los números 82,83 y 84 (del 29 al 31 de Enero el 2001) donde expongo un proyecto de ley política reglamentando el art. 16 de la Constitución que exige idoneidad a todo aspirante a un cargo público; los números 173 y 178, en los que propongo una Asamblea para deliberar sobre los problemas del país, alcanzar consensos y dar oportunidad a que surjan nuevos dirigentes; el nro. 194 (12/7/2001) en el que sugiero diversas medidas para reducir el deficit fiscal y los impuestos y tener superavit, en vez de las injustas reducciones a los jubilados y empleados; la propuesta de los nros. 46 y 51 para resolver el eterno deficit del sistema jubilatorio,etc.etc.

"La botella al mar" ha propuesto varias soluciones. Es claro que son meras propuestas y deben ser estudiadas y sobre todo, aplicadas. Para esto, hace falta poder. Pero lo tienen los actuales dirigentes políticos que hacen las cosas mal y por eso estamos como estamos.

Me parece que antes de rechazar la subscripción gratuita a "La botella al mar" que te fué ofrecida, como si te molestara su mera presencia en tu computadora, acusándome de destructivo sin soluciones, deberías haber leído esos números y haber opinado sobre esas ideas.

Es obvio que no lo has hecho, puesto que de haberlo hecho no podrías haber afirmado que no propongo soluciones. De manera que cuando escribiste la frase que transcribo, lo hiciste gratuitamente, tal vez por un movimiento de irritación para con la mera existencia de las opiniones que presumes que yo tengo.

No veo cómo puede considerarse que esa actitud es poner "manos a la obra de cada uno de nosotros".

Eso me hace acordar a un diputado de la mayoríade ese entonces que en un debate interrumpió al orador de la minoría diciendo: "¡Cállese!. ¡A mí con argumentos no me va a convencer!"

Tú dices algo parecido: "Manos a la obra que no quiere decir, obras literarias, críticas volcadas en papeles o computadoras"...

O sea, nada de argumentos ni de palabras. "Cállese o, por lo menos, hable o escriba en otra parte, donde yo no lo oiga ni lo lea".

¿Qué puede hacer por el país una persona que vé los errores destructivos y las deshonestidas que abundan en el gobierno y no tiene cabida en la prensa, ni plata para fundar un diario, ni poder para dar órdenes?

Sugieres: "hechos y propuestas sanas y ejecutables".

Ahora bien, las propuestas se expresan en palabras y forzosamente han de ser coincidentes con las que se practican desde el gobierno u otras. Si son coincidentes, es sumarse a los errores. Si son distintas se debe justificar el por qué de esas propuestas en lugar de las otras, lo cual exige, a su vez, una crítica de éstas, la que también se expresa en palabras.

Lamentablemente, la palabra es necsaria a los seres humanos para comunicarse con sus semejantes. Los anacoretas y monjes de clausura hacen voto de silencio, porque sólo se comunican con Dios. Los demás mortales tenemos que usar la palabra si es que tenemos algo que decir. Si no tenemos nada que decir, es lógico que no usemos la palabra.

Que las propuestas sean "sanas y ejecutables" es muy de desear. Pero para saber si lo son, hay que leerlas u oirlas y analizarlas. Si sostengo que no lo son, debo decir por qué. No es muy constructivo descartar una propuesta por ser malsana e inejecutable, si no la he leído ni oído y menos aún, decidir que de Fulano de Tal no quiero ni oir ni leer nada porque ya sé por anticipado que nunca será capaz de hacer una propuesta sana y ejecutable.

En cuanto a los "hechos" como alternativa a "las obras literarias, críticas volcadas en papeles o computadoras" que execras, no entiendo a qué te refieres. ¿Será que cualquier hecho, por ejemplo, jugar a la pelota, es mejor que "las obras literarias, críticas volcadas en papeles o computadoras"? ¿O sólo ciertos hechos? En este último caso, ¿qué hechos serían? Si editar con esfuerzo un diario en Internet, dedicando a esa obra 4 a 5 horas por día y a veces más, no es un "hecho" aceptable, ¿cual sería un hecho que lo fuera?

¿Será un hecho en el plano político o en el plano laboral o en qué otro plano?

Si fuera en el plano político creo entender que no estás pensando en "hechos" como el ya mencionado de editar un diario en internet, porque ya lo has descartado. Luego deberá ser algo más contundente. Por ejemplo, ¿un piquete cortando una ruta? ¿O la emisión de una orden que sea obedecida por el público?

Lo primero, es ilegal, como toda violencia no legítima. Lo segundo, es imposible si previamente no se está en el poder. Habiendo descartado lo que ya hago, me falta imaginación para concebir otros hechos factibles para mí.

Entonces, te rogaría que me digas cuales son los hechos que te parecerían aceptables. Para eso, me resultaría muy ilustrativo que me dijeras cuales son los hechos de servicio al bien común que tú estás realizando o has realizado que reúnan las condiciones ideales a las que aspiras y que me señalas como norte de mi actividad, para alejarme de este palabrerío literario y desructivo en el que estoy embarcado.

No creo que te refieras a los "hechos" que uno realiza en su vida profesional o laboral porque esos hechos son rentados y no tienen categoría de servicios directos al bien común. En todo caso, uno los realiza porque le pagan y no por servir a la Patria. Obviamente un trabajo bien hecho, de alguna manera contribuye al bien del país. Pero no creo que te refirieras a eso cuando escribiste la frase aludida porque eso implicaría que estás sugiriendo que me dedique a la abogacía exclusivamente y que no me meta a analizar los problemas del país mientras no tenga poder para decidir sobre ellos.

Ese consejo sólo contribuiría a aumentar la indiferencia cívica que creo es uno de nuestros problemas.

¿Serán actos de caridad individual con el prójimo? No creo, porque esos actos son sumamente recomendables para todos nosotros y no excluyen los actos de servicio al bien común, que son una forma de caridad también recomendable y hasta más recomendable, por la superioridad del bien común sobre el bien individual.

Los actos individuales de caridad no son para contraponer a "La botella al mar" como excluyentes de ésta. Sin embargo, ese es tu argumento al rechazar la subscricpión gratuita que te fué ofrecida.

Esos actos individuales de caridad, hechos por amor a Dios, son secretos. "Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha", dice el Evangelio. De manera que si hubieras rechazado "La botella al mar" porque presumes que por publicarla, no hago ninguno de esos actos, creo que habrías caído en una presunción sin fundamento alguno, porque no sabes si los hago. Y no voy a decirlo.

Lamentando nuevamente tu rechazo de "La botella al mar", te saluda con todo respeto y pena.

CBV

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