Polémica con un defensor del "Megacanje"

Cosme Beccar Varela 
LBM #177 
15/6/2001




He recibido una carta de un "Anónimo ciudadano que quiere ser patriota, inversor y futuro jubilado de una AFJP".

 

Me parece una muestra interesante de como piensan los jóvenes de la "City".

 

Dada la extensión de la carta y aprovechando que tiene los párrafos numerados, la contestaré al pie de cada uno de ellos, para facilitar la lectura.

 

 

13/6/2001

 

Correo para "La botella al Mar": =

 

He leído atentamente su escrito sobre el megacanje y quería compartir con ud. y sus lectores algunos puntos:

 

CARTA. 1. Las consecuencias de no pagar la deuda no son menores. Hay algunos ejemplos en países que han tomado el sendero de no honrar sus obligaciones con terceros. No es alocado pensar en una caída de la riqueza nacional superior a un tercio y un importante aumento del desempleo que castigará mucho más a la ya sufriente sociedad argentina.

 

CONTESTACION: El autor supone gratuitamente que mi artículo 169 sobre el "megacanje" propone no pagar la deuda externa. Eso no es exacto. Lo que dije es: "Debe revisarse la deuda externa y negociarse el pago de la que sea legítima privilegiando la necesidad de movilizar la economía argentina para dar trabajo a los millones de desocupados que hay en el país. Esa necesidad es de caracter alimentario y de subsistencia nacional, luego prevalece sobre el crédito financiero."

 

Eso es muy distinto que no pagar la deuda.

 

Además, en eso coincido con la opinión de "The Washington Post" que sostiene que "el gobierno, para inducir a los tenedores de bonos a aceptar el trato, ofreció tasas por encima de 15% ... y no se ha logrado mucho más que la postergación, cuando se debe decirles a los acreedores, simplemente, que tienen que aceptar una reducción en los u$s130.000 millones que les deben. Los analistas afirman que la Argentina haría mejor en confrontar a sus acreedores ahora." (citado por "Ambito Financiero", 7/6/2001, pags. 16 y 17)

 

CARTA.2. Coincido con Uds. que se debió llegar al canje porque no hubo ni hay voluntad verdadera en nuestra clase política (y dirigente) de impulsar una verdadera reestructuración de nuestras instituciones y organizaciones para poner en el centro al bien común. Nuestros políticos -a veces bien se dice que uno tiene el gobierno que se merece- han endeudado a la Argentina a lo largo de los años debido a una incapacidad manifiesta para poner en caja el gasto público, creciente (sobre todo a nivel provincial) e ineficiente.

 

CONTESTACIÓN: Es cierto que los políticos de todos los gobiernos, notablemente desde 1976 en adelante, son los responsables máximos del endeudamiento. Pero el principal culpable es el Sr. Cavallo, y sin embargo los banqueros acreedores lo aman, especialmente el Sr. Mulford.

 

A los demás políticos también los aman, porque los financian y sostienen de mil maneras que sería largo describir en estas notas.

 

Pero aparte de eso, no tengo dudas de que los banqueros son responsables, por la misma razón que Ud. da en el punto 4to. de su carta: es decir, el dueño responde por sus gerentes.

 

Y esos gerentes no podían ignorar la total irresponsabilidad, falta de causa legítima y no pequeñas ilegalidades con que procedían quienes contrataban con ellos muchos de los créditos que hoy exigen.

 

Justamente la casi totalidad de esos créditos fueron destinados a pagar el gasto público abusivo y creciente que Ud. bien señala como la verdadera causa de este endeudamiento.

 

Es bien sabido, en buena práctica bancaria, que los préstamos para consumo deben ser pocos y bien garantizados.

 

Ahora bien, los banqueros hicieron estos préstamos en enorme cantidad y sin garantía siendo que eran para consumirlos en la pira inextinguible del deficit fiscal. Esa negligencia y transgresión notoria de las reglas del arte bancario es causa suficiente para una reducción de los créditos externos proporcional a la culpa.

 

CARTA. 3. Frente a la situación mencionada en 1 y 2, el país enfrentaba una posible cesación de pagos de consecuencias graves. La gravedad no era sólo para los inversores internacionales sino también para: (i) los futuros jubilados (sus jubilaciones dependen en enorme proporción de que el gobierno cumpla con sus obligaciones); (ii) para los ahorristas argentinos en los bancos que sufrirían al no poder recuperar todos sus ahorros ya que buena parte del capital de los bancos locales desaparecería al hacer el gobierno un default y restructuración de la deuda; (iii) para el comercio y la industria y los empleados que verían como al quebrarse el sistema financiero desaparecería el poco crédito que existe hoy en argentina y como se rompería la cadena de pagos destruyéndose de esa forma un sinnúmero de empleos; (iv) para los

exportadores que verían desaparecer el crédito con el que hoy cuentan para poder pre-financiar sus exportaciones. En definitiva, volveríamos a las épocas de los '80s cuando la Argentina se cerró al mercado y el capital externo y abandonó las posibilidades de crecimiento para atender las crecientes necesidades básicas de una población en aumento.

 

CONTESTACION: El "megacanje" no es otra cosa que una renegociación para evitar la cesación de pagos, lo cual equivale a reconocer que no se puede pagar. La diferencia de eso con una "cesación de pagos actual" es comercialmente poco relevante. Al negociar nuevos plazos el gobierno ha hecho lo mismo que cualquier concursado.

 

Por lo tanto las consecuencias que Ud. enumera ya ocurren, sólo que enmascaradas por un breve plazo.

 

Este sistema de renegociar los plazos de la deuda "eterna", (como algunos la llaman con aguda ironía) ya ha sido usado muchas veces, siempre bajo la misma amenaza que Ud. menciona en este punto, pero no ha servido para otra cosa que agravar la situación hasta el punto de que Ud. en el item 5 de su carta se pregunta si está postergación del "megacanje" no es "la última antes de una crisis económica terminal".

 

Lo único que falta ensayar es la solución correcta y es la que vengo proponiendo y con la cual coincide ahora con "The Washington Post".

 

En cuanto a eso de que volveriamos a las épocas de los '80 creo si ocurriera, sería mejor a condición de que la deuda externa vuelva a ser la que era en ese entonces. Tendríamos el mismo problema político que hoy pues estaríamos gobernados por los mismos políticos corruptos, pero con u$s 20.000.000.000 de deuda en vez de u$s 160.000.000.000.

 

Además no es cierto que antes del '80, la Argentina no recibiera inversiones externas. Por el contrario entre 1958 y 1970, especialmente, la Argentina recibió innumerables inversiones extranjeras genuinas que dieron un gran impulso a la economía nacional. Digo "genuinas" porque eran inversores que venían a instalar plantas industriales que daban trabajo a miles y miles de empleados y obreros.

 

Fué a partir de 1976, con el golpe militar y Martinez de Hoz, que se inició la política suicida del endeudamiento externo y de la venta a extranjeros de empresas argentinas existentes, cosa que se agravó exponencialmente con la política de privatizaciones mal concebidas y muy dudosamente ejecutadas por Menem, Dromi y Cavallo.

 

CARTA. 4. Como vemos, no se trata aquí solamente de no pagar deudas que no deberíamos tener. Lamentablemente, en un país como en una empresa, los accionistas, empleados y acreedores sufren las decisiones de las gerencias pasadas y deben vivir con ellas el presente con miras a mejorar en el futuro. Romper con todo no asegura un mejor futuro.

 

CONTESTACIÓN: Reitero que yo no propongo "romper con todo".

 

CARTA. 5. El megacanje simplemente sirvió para que nuestros gobernantes tuvieran una nueva (¿la última antes de una crisis económica terminal?) oportunidad para encausar la economía y retomar una vía de crecimiento que no sólo apunta a servir la deuda sino, y principalmente, a atender las necesidades de los habitantes de la Argentina.

 

CONTESTACIÓN: Es posible que tenga razón y que ésta sea la última postergación de plazos antes de la crisis económica terminal. Pero, ¿no le parece una irresponsabilidad de Cavallo y Cia. rehuir la obligación de resolver el problema ahora en vez de pasarlo agravado a una fecha futura en que puede explotar en manos de otros?

 

CARTA. 6. (a) Es erróneo y demuestra falta de comprensión respecto de los mecanismo básicos de los mercados financieros pensar que los bancos contratados para un canje aportarían fondos. Un canje apunta a "patear para más adelante" vencimientos inminentes. Si la deuda no se hubiera canjeado, habría que haberla pagado. La única forma de pagarla era:

- más impuestos o menores gastos para generar los fondos;

- nuevos préstamos o bonos para pagar los existentes.

 

Lo primero parece hoy inviable, lo segundo no era posible en la situación de mercado imperante antes del canje.

 

CONTESTACIÓN: Lamento no tener una comprensiópn tan exhaustiva como la suya de los "mecanismos básicos de los mercados financieros". En todo caso, en el punto 2) de mi artículo, menciono que es un "canje por nuevos Bonos".

 

Y si no se canjeaba, se renegociaba como he propuesto y ahora sugiere el "The Washington Post". Los banqueros saben que la Argentina no puede pagar. Esa no era opción.

 

CARTA. (b) Lo de los 165 millones no es exacto. Fueron en realidad algo así como 130. Es sin duda un monto enorme. Sin embargo, quien conozca de matemática financiera podrá calcular que la transacción total no tuvo en realidad un costo total superior a los 30 ya que el resto se pagó por ahorros que resultan de la estructura misma de los instrumentos canjeados vs. los nuevos. En la jerga se llama "ahorros de valor presente". Además, la comisión está en línea con lo pagado por Méjico y Brasil durante los primeros meses del 2001, y ninguno de los dos países estaba en una situación desesperada como la Argentina. Adicionalmente, la complejidad de la operación Argentina es varias veces superior a la de dichos países.

 

CONTESTACIÓN: Hoy el gobierno reconoció que la comisión es de $s141.000.000 y que la pagará en tres cuotas, no dice con qué vencimientos (ver "Clarin", 15/6/2001, pag. 26).

 

Reconozco que no conozco ni una sola palabra de "matemáticas financieras", gracias a Dios. Nunca la he necesitado. Pero me atrevo a decir que esa jerga: "ahorros de valor presente" equivale a decir "efectivo". Es como decir "crédito de pago inmediato", o "pago a término adelantado a la fecha". Son todos eufemismos que dicen lo mismo.

 

CARTA. (c) Lo de 30 minutos es un dislate total. No fueron 30 minutos sino más bien un mes y medio de trabajo sumamente intenso y comprometido de un enorme número de instituciones líderes en su área. Lo de los treinta minutos equivale a tasar la tarea de un abogado que da un consejo que ahorra a un cliente miles de dólares por el tiempo empleado en dar el consejo. ¿Cómo se valúa el trabajo del abogado: por el costo de hora hombre de un operario fabril o tiene alguna relación con el beneficio que le reporta al cliente?

 

CONTESTACIÓN: Lo de los 30' son palabras del propio Mulford. Si fué jactancia, es cosa de él (ver nro. 157). Pero yo le creo. El trabajo que Ud. dice, es trabajo de infantería, que lo hacen funcionarios y abogados, que no ganan, entre todos, ni la centésima parte de esa cifra. Y esa idea suya de cómo debe pagarse a los abogados, que es justa, no la tienen los banqueros que pagan rigurosamente por hora.

 

CARTA. (d) Más allá de algunos diferencia en los números respecto de extranjero vs. nacional en lo que hace a la participación en el canje, se desconoce en la crítica la naturaleza de los distintos invesores. Es de suma dificultad incluir en un canje a ciertos tenedores individuales porque al no ser este un canje obligatorio no se puedo empujar a nadie a participar a la fuerza.

 

Comparado con otras transacciones, una participación de 7000 millones parece un éxito impresionante teniendo en cuenta que el diseño de los nuevos bonos no era necesariamente atractivo para muchos inversores.

 

Los bancos locales y las AFJPs no entraron al canje forzados ni amenazados por Marx. Lo hicieron por el riesgo que corrían sus ahorros si la Argentina recurría al default. A la vez, tanto las AFJPs como los bancos locales tuvieron un rol importante en diseñar los bonos de acuerdo a sus necesidades (liquidez para los ahorristas de los bancos; vencimientos largos para los futuros jubilados).

 

CONTESTACIÓN: Además de ser abusiva la comisión, es escandaloso que se le pague a los mismos Bancos que canjean sus propios Bonos. Es como si una persona vendiera su casa sin intermediario y le cobrara comisión de intermedicación de venta al comprador.

 

En cuanto a la razón por la que los Bancos locales y las AFJP hayan aceptado ese canje, es claro que estaban forzados por el gobierno. Basta conocer a Cavallo para saber qué grado de presión puede hacer ese hombre exaltado y vengativo.

 

CARTA. (f) El "ruinoso" interés del 15,59% no está reflejado en el cupón que se pagó (12,5%) sino es más bien el rendimiento de los nuevos bonos al que se llega dado que los mismo fueron emitidos bajo la par (es decir con descuento).


Sin embargo, aquí se deslizó otro error importante: los viejos bonos fueron rescatados con ese mismo descuento!!! Por lo tanto no hubo un aumento de costo de deuda. Si alguien retira deuda por $100 pagando $70 y emite deuda nueva por $100 pesos recibiendo a cambio $70, en realidad no hubo un aumento. Simplemente se hizo un canje a los niveles a los que los distintos participantes del mercado, locales e internacionales, decidieron que el precio del riesgo argentino debería ubicarse.

 

CONTESTACIÓN: Sea cual sea el descuento del canje, es por valores equivalentes, pero el interés no. Es mayor y muy superior a la tasa "prime".

 

CARTA. (g) Y es precisamente porque existen dirigentes y formadores de opiniÓn que cada tanto cubren con mantos de duda la obligación del país frente a sus acreedores que el famoso riesgo país está en donde está. En realidad son las serias dudas sobre la "capacidad" de pagar, las que se suman a las intenciones de no hacerlo las que elevan el costo de la deuda.

 

CONTESTACIÓN: Me parece que es falso e injusto decir eso, cuando Ud. mismo reconoce en el punto 2. que son los políticos con poder los responsables del absurdo endeudamiento y del gasto público. Entre ellos y principalmente, Cavallo, quién, sin embargo, es amado por los banqueros y por Muilford en especial. Los pobres patriotas que están en el llano no hacen más que razonar y exhortar hacia el buen camino, sin que ninguno de los actores de este drama les haga caso.

 

CARTA. (h) Los comentarios de Espert son desde hace mucho desestimados por los economistas serios del país. Desconoce las limitaciones políticas de los funcionarios de turno, proponiendo reducciones de gastos de 10 mil o 15 mil millones vía reducciones de jubilaciones y de sueldos. El mercado seguramente aplaudirá esas medidas. Mi pregunta es si el autor de esta página lo hará también.

 

CONTESTACIÓN: No me parece correcto descartar a un economista despectivamente porque al "establihment" no le gusta lo que opina y porque no reconoce "las limitaciones políticas de los funcionarios de turno". He leído algnos artículos de él y me parecieron muy valientes y razonables. Nunca ví esa propuesta absurda que Ud. menciona. Si la hizo, estoy en total desacuerdo.

 

Además, ¿cuales son esas limitaciones? ¿Son reveladas o secretas? Y si un funcionario tiene limitaciones inconfesadas que no le dejan cumplir con su deber, debe renunciar.

 

Y ¿cómo? ¿Ud. ahora justifica a esos funcionarios o está pensando justificar sólo a Cavallo, el amigo del alma de Mulford?

 

El se irá y dejará la deuda en las espaldas de la Argentina, como ya lo hizo dos veces.

 

CARTA. (i) No es este megacanje una solución. No es condición suficiente. Es simplemente comprar tiempo para lograr que la economía se encauce y vuelva a crecer. Con crecimiento la deuda no es un problema. Argentina teniendo 10 mil millones para refinanciar esta en peores condiciones que Brazil que tiene 100 mil millones. Es ciertamente un problema de credito. Brazil lo tiene, Argentina no, por lo menos no hasta hace 3 semanas.

 

La operación dio tiempo al gobierno. Mejoró las condiciones de mercado. Está en la clase política aprovechar esta ventana para mejorar la situación de fondo y encarar cambios permanentes que mejoren la situación de la Argentina para sus habitantes y su acreedores.

 

CONTESTACION: Con el peso de la deuda y las arbitrariedades de Cavallo y Cia., la Argentina no puede crecer. Es como querer ganar una carrera de 100ms. con una bola de hierro atada a cada pie. Y creo que, en el fondo, Ud. lo sabe o lo sospecha. Sería insultar su inteligencia suponer que no lo sabe ni lo sospecha.

 

Un anónimo ciudadano, que quiere ser patriota, inversor y futuro

jubilado de una AFJP.

Dirección=Microcentro

 

FIRMA DEL CONTESTADOR: Un argentino que quiere el bien de su Patria y que nunca aportaría un peso a las AFJP porque no pagaría un 30% de comisión a cambio de un dudoso servicio y de un incierto futuro. CBV.

 

 


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