¿Por quién redoblan las campanas que oyó Mr. Taylor?

Cosme Beccar Varela 
LBM #211 
06/08/2001 



"Estoy impresionado". Es todo lo que dijo el Sr. Taylor sobre el plan del "deficit cero". Sobre ese adjetivo ambiguo, el gobierno, la prensa y la "comunidad de negocios" han montado un "show" de optimismo totalmente falaz para que la población no corra a los Bancos a sacar sus ahorros. 

El Sr. Taylor, en su rauda visita (que fué menos rauda de lo que se dijo inicialmente, pero igualmente superficial por erróneamente selectiva) además de los funcionarios mencionados en el nro.210 de este diario, recibió en la residencia del Embajador de los EEUU a los miembros del Consejo Empresario Argentino (un "club" cerrado de 30 banqueros y empresarios, al que "sólo se ingresa por invitación de los otros socios y agrupa a los máximos referentes del empresariado local", "Clarin", 5/8/2001, pag. 5) y a un conjunto de economistas del "sistema cavallista".

O sea, a diferencia de Julio Cesar cuando invadió las Galias, el Sr. Taylor casi no vino -por lo fugaz de su viaje- no vió sino lo que el oficialismo le quiso mostrar y no venció la crisis.

La crisis seguirá tan campante como se podrá comprobar mañana cuando los agitadores salgan a formar sus "piquetes"; cuando los jubilados, los empleados y demás afectados por el "deficit cero" cobren sus dineros con una fuerte reducción; cuando el Sr. Maccarone haga sus cuentas sobre la fuga de depósitos y reservas; cuando el INDEC u otro servicio más confiable informe la tasa de desocupación; cuando el Archivo General informe el número de convocatorias y quiebras; cuando las mismas caras de los mismos ineptos ingresen a los mismos despachos y a las mismas bancas que han ocupado hasta ayer para gestar, producir y engrosar la crisis (y algunos bolsillos), etc.etc.

Pero tal vez le entendieron mal a Taylor. Tal vez quiso decir que estaba impresionado de ver la ingenuidad de los argentinos que nos creemos que con un gobierno inepto y un plan que ahorra "chauchas y palitos" succionados al bolsillo de los pobres puede superarse una crisis que hiere el corazón de la Argentina y tiene repercusiones económicas graves.

Creerse que con una clase política que Duhalde calificó con una palabra irreproducible puede inspirarse ánimo a un país moral y psicológicamente quebrado (además de estarlo económicamente), es de una falta de tino inadmisible.

Cuando los integrantes de la "comunidad de negocios" o los periodistas dan sus opiniones elogiosas al "plan" del gobierno, lo hacen con el obvio propósito de que no haya críticas que puedan revelar la desnudez del esquema y pueda mantenerse la bicicleta rodando hasta que se puedan cerrar los negocios iniciados sobre la base del "uno a uno".

Pero el plan es injusto y como tal, sólo sustentable por la fuerza. Como el gobierno no la tiene, el plan es inviable.

Consultado el Dr. Juan José Guaresti, economista del Encuentro de Economistas Argentinos, sobre la visita del Sr. Taylor me dijo:

"El Sr. Taylor es un eminente profesor de economía. De manera que si ha escuchado con atención a todos lo que entrevistó en su fugaz estadía en la Argentina, los debe haber aplazado".

Coincido. Es una lástima que el Sr. Taylor no haya hablado con el Dr. Guaresti y con los economistas Muchnik y Espert, entre otros. Hubiera oído "la otra campana", la que llama a maitines. Al oir sólo las voces del gobierno y de la "comunidad de negocios" oyó sólo la campana que toca a muertos...

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