SOS al Presidente de la República antes de que estalle la crisis
Cosme Beccar Varela
LBM #208
01/08/2001
Excmo. Señor Presidente de la Nación
Dr. Fernando De la Rúa
Casa de Gobierno
Señor Presidente:
No creo que sea bueno, ni siquiera por mal entendida amabilidad, ocultarle su enorme responsabilidad en esta crisis.
No tanto como causante en sus orígenes remotos como por las decisiones que está tomando actualmente y, sobre todo, por las decisiones salvadoras que sólo Ud. puede tomar y que no está tomando.
Ud. es el Presidente de la República, de una República grande y gloriosa, que es nuestra Patria, cuna de nuestros mayores, de nuestros hijos, de todos los héroes que lucharon y sufrieron por ella, de todos nuestros compatriotas que tienen en Ud., por el cargo que ocupa, la suprema instancia de sus derechos, la garantía de sus libertades y el gestor de su bienestar.
Su autoridad es capaz de legitimar las acciones salvadoras que se necesitan pero, desgraciadamente, es también el instrumento del que abusan los causantes y mantenedores de los males que padecemos.
Dije más arriba que Ud. no es el causante remoto de estos males, pero en la medida en que Ud. nombró y apoya, imprudente y pertinazmente, al Sr. Cavallo, que sí está en los orígenes de nuestras desgracias, en esa medida, Ud. parece asociarse a esa causalidad remota y a su dañina reiteración.
No puede ser que Ud. no mida las consecuencias de esta inopinada insistencia en darle poder político (¡y qué poderes!) a un personaje impredecible, arbitrario y con una voluntad de dominio completamente inadecuada para un ministro de una República de hombres libres.
Y que, como economista, ha demostrado una falta de criterio asombrosa; se ha equivocado innumerables veces y cada error suyo le cuesta al país, sangre, sudor y lágrimas, además de ingentes pérdidas económicas. Por otra parte, jamás reconoce un error sino que le endilga las culpas siempre a otro y en forma violenta, lo que constituye un peligro para quienes se le opongan.
Creo que está clarísimo que con los ministros que actualmente Ud. tiene y con el plan diseñado por Cavallo, más los métodos comiteriles de Alfonsín y el agregado disolvente de la izquierda "frepasista" enquistada en su gobierno, Ud. no puede capear esta crisis. Se hundirá en la anarquía y en la depresión económica inexorablemente.
Lo que ha ocurrido ayer es inconcebible. 100 piquetes se adueñaron de las calles como quisieron, conducidos por el comunismo y otros grupos de la izquierda "científica" que dosificaron la violencia con precisión farmaceútica. Esa dosis puede aumentar notablemente en la próxima demostración de fuerza que los organizadores anuncian para el Martes 7 de Agosto próximo.
También, como era de prever, sus ministros se comportaron como verdaderos "kerenskis": Juan Pablo Cafiero, arengó a unos manifestantes y se declaró a favor de las demostraciones; lo mismo que Ibarra y que el segundo de la Ministro Bullrich, todos del Frepaso.
Dicho sea de paso uno de los organizadores de los "piqueteros", Luis D'Elía, es concejal de La Matanza elegido por la Alianza, hoy con el Padre Farinello, compañero de ruta de los comunistas, y paga a sus seguidores con planes "Trabajar" recibidos de su gobierno de Ud.
Por su parte, el Ministro del Interior, Mestre, ha desempeñado el penoso papel de custodio de la eficiencia de los cortes de ruta ya que ordenó a las fuerzas de seguridad evitar toda represión y éstas hasta desviaban el tráfico "kerenskianamente" antes de los piquetes para "evitar choques".
De ese modo multiplicaron la eficacia de las barricadas guarnecidas por escasos hombres, varias mujeres y niños. Muchos de los "piqueteros" reciben una paga de $20 por día, como lo denunció el gobernador de Neuquén Jorge Sobisch ("Ambito Financiero", 30/7/2001, última página).
Poco le faltó a Mestre para felicitar a los "piqueteros" por su buen comportamiento. Sólo habían cometido algunos cientos de delitos...: hasta coparon el Banco Provincia de Florencio Varela.
Pero no le causaron "problemas" al Sr. Mestre y esto le basta pues el país parece importarle poco. Ni siquiera es capaz de medir las consecuencias del fatídico mensaje que ha enviado a las posibles bases (rentadas y no rentadas) del "piqueterismo": "Sigan a sus lideres que no hay peligro de ir presos".
Una vez más queda probado que el Sr. Mestre, producto genuino de los comités radicales, es muy valiente con los magistrados de Corrientes a los que causó tres bajas por suicidio, pero a la hora de mostrar sus agallas frente al caos que crece como una marea, se acobarda y colabora con los autores del caos.
Entretanto, los verdaderos violentos aguardan su hora e intervendrán cuando los expertos dosificadores de la violencia decidan que ha llegado el momento de "poner toda la carne en el asador" para forzar la salida de Ud. del gobierno, cosa que ocurrirá muy probablemente, a no ser que Ud. se decida a "tomar el toro por las astas" y cumplir sus deberes.
Lo ocurrido en Gral. Mosconi hace un mes es una pequeña muestra de lo que son capaces de hacer. Allí hubo dos muertos y 25 heridos. ¿Cuantos habrá en 100 "piquetes" repartidos por el todo el país?
Por otra parte, la depresión económica avanza como una parálisis grave en todas las articulaciones del cuerpo nacional.
El país está parando con chirridos de máquina oxidada.
La producción cae, la actividad cesa, la pobreza crece, la desocupación aumenta, hay carestía y deflación simultáneamente, el campo se desalienta, los intereses de la deuda externa nos carcomen como gusanos de sarcófago.
Cuando se empiece a descontar el 13% de los sueldos y jubilaciones las víctimas de esta atroz injusticia se darán cuenta de que la monstruosidad iba en serio. Lo que puede pasar es imprevisible.
La recaudación cae como un plomo, no sólo por la evasión como dicen los burócratas de la escuela de Cavallo (que evaden como locos), sino por la falta de recursos en un país parado y empobrecido.
Los pueblos extranjeros nos miran con asombro y menean la cabeza, sin entender cómo un país que lo tiene todo para ser rico y grande, se arrastra como una lombriz en la miseria.
Los empresarios de la UIA que diagnosticaron esto mismo y parecían comerse los vientos de puro decididos a hacer cesar esa miseria, se han anotado alegremente en el coro laudatorio de Cavallo y no se acuerdan más de sus grandes palabras tan recientes.
Huelga decir que esta situación potencia la eficacia de los planes de la izquierda "piquetera".
¿Necesito seguir? Este cuadro es bien conocido por Ud.
Es hora -y ya es casi tarde- de que Ud. resuelva hacer lo único que se puede hacer para detener este proceso destructivo.
En mi opinión, lo que debe hacer es lo que delineaba el 12/7/2001 en este diario (nro. 194) y que, en su parte organizativa y previa, repito aquí brevitatis causa:
"Debería pedirse la renuncia de todos los Ministros y designarse un Gabinete de Crisis compuesto por cinco Ministros ajenos a la política partidaria, inteligentes, activos y valientes, personalidades honorables, cuya función sería poner en marcha esa reforma (la reforma política nros. 82/84) y resolver la crisis con medidas heroicas pero justas, sin generalizaciones arbitrarias y con un estricto respeto de los derechos individuales.
Las carteras de los Ministros de crisis serían las siguientes:
a) de Relaciones Exteriores, que tendrá a su cargo las tareas tradicionales de esta cartera y (el comercio exterior y) la atención de las relaciones con los organismos financieros internacionales y demás acreedores externos del país;
b) de Interior y Justicia, que será responsable de la seguridad de los ciudadanos, (de la policía del trabajo y de los negocios), del combate a la delincuencia, de la paz interior y del correcto funcionamiento del poder judicial;
c) de Ordenamiento Administrativo y Cuentas Públicas, que se ocupará de sanear la administración pública, de hacerla funcionar como debe y de llevar las cuentas del Estado (el Ministerio de Economía debería ser suprimido);
d) de Educación, que tendrá a su cargo el mejoramiento de la enseñanza en todos los niveles y la aplicación de la ley de radiodifusión en la radio y la televisión y
e) de Obras y Servicios Públicos, que se ocupará del mantenimiento de los servicios públicos en estado óptimo (de controlar los privatizados) y de hacer las nuevas obras que sean indispensables.
Las Fuerzas Armadas continuarán con su actual estructura, sólo que sin Ministerio de Defensa".
El Banco Central será autárquico y vigilará el sistema financiero y la moneda.
Este gabinete de crisis (cuyo diseño es provisorio y sujeto a estudio, desde luego) debería tender a equilibrar el presupuesto, renegociar los intereses de la deuda y derogar las medidas injustas de Cavallo, activando la economía interna. Varias ideas en este sentido pueden encontrarse en los nros. 82, 83, 84, 110, 111, 174 y 194 de este diario, a los que me remito.
Señor Presidente: sé que mi voz pesa muy poco en sus consejos áulicos, pero tengo la certeza de que es un eco del sentido común, de la Justicia y de los deseos inexpresados del pueblo que sufre en silencio.
Las voces que se oyen en su Consejo son las voces del interés personal y de la polítiquería. Deséchelas y preste atención al silencio del pueblo y trate de descifrar ese silencio porque "el silencio de los pueblos es un reproche a los reyes".
Huelga recordarle aquella terrible sentencia de la Sagrada Escritura: "Aquellos que ejercen potestad sobre otros serán juzgados con extremo rigor. Porque con los pequeños se usará de compasión; más los grandes, sufrirán grandes tormentos" (Libro de la Sabiduría 6, 6 y 7). Y tenga en cuenta que los pecados de los poderosos más frecuentes son los de omisión, porque su poder es indispensable para servir al bien común y cada minuto que conservan aquel sin servir a éste, están dañando gravemente al pueblo que lo necesita.
Confío en que Ud. hará honor a la confianza que el pueblo depositó en Ud.
Le saludo con mi más distinguida consideración
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CONSULTA A LOS LECTORES DE "LA BOTELLA AL MAR"
La crisis que se acumula, como pesadas nubes de tormenta, está próxima a estallar. Les pregunto si la publicación de esta carta al Presidente como "Solicitada" podría contribuir a prevenirla.
El publicarla reforzaría sus posibilidades de ser atendida y si fuera bien recibida por el público, podría contribuir a crear condiciones políticas favorables al Presidente para actuar en esa línea.
Sé que es una posibilidad entre 100.000. Pero, ¿qué otra salida hay? ¿Qué porvenir nos espera a nosotros y a nuestros hijos si esta crisis alcanza todo su pernicioso desarrollo?
En caso afirmativo, ¿alguien quiere firmarla conmigo?
El costo de su publicación en "La Nación" es de $12.410, más IVA y en "Clarín" de $18.143, más IVA. Es necesario que quienes puedan hacerlo, colaboren con este costo. Indique el monto que puede aportar. Yo puedo poner $3.000.
ESTO DEBE SER RESUELTO A M¡S TARDAR MAÑANA JUEVES PARA TENER TIEMPO DE ORDENAR SU PUBLICACIÓN EL VIERNES PARA SALIR EL LUNES 6 DE AGOSTO. DE MODO QUE ESPERO RESPUESTAS POR SI O POR NO MAÑANA.