Algo se mueve en EEUU

Cosme Beccar Varela
LBM #78
22/1/2001


El Sábado 20 de Enero terminó el período de Clinton como presidente de los EEUU y comenzó el de Bush. La diferencia entre un presidente y otro puede ser considerada, por lo menos, desde dos puntos de vista:

    Primero, lo que es en realidad el cambio de un presidente norteamericano por otro y Segundo, cómo lo percibe la gente.

    Es sabido que entre el Partido Republicano y el Partido Demócrata hay poca diferencia. Dos "oligarquías" partidarias se disputan el poder a caballo de ciertas divisiones étnicas, sociales y de ciertos prejuicios que adjudican a los republicanos un cierto conservadurismo y a los demócratas, una cierta tendencia socialista que en EEUU se denomina "liberalism".

    Pero ambos, conjuntamente con la comunidad de negocios y la prensa, constituyen el "establishment" norteamericano que no cambia nunca su ideología liberal, ni su política general, ni la linea central en temas económicos básicos. En asuntos internacionales, hay pocas variantes en la convicción general de que EEUU debe ser el país más poderoso de la tierra, con un mayor o menos aislacionismo como variante, pero nada más.

    Hay asuntos en los que el "establishment" permite una cierta alternativa, como, por ejemplo, en algún tipo de aborto, en ciertas relaciones entre religión y Estado.

    Sin embargo, hay una opinión oficial en esos asuntos sobre la que no se admiten disidencias. En los dos ejemplos citados, no se admite intentar la derogación de las leyes que permiten el aborto y en el otro tema, no se permite que alguien opine que el Estado debe sustentar, por ejemplo, que una ley es nula si viola alguno de los 10 mandamientos de la ley de Dios.

    Puede haber diferencias en aspectos secundarios, por ejemplo, en el asunto del aborto, si se otorgan o no fondos federales para pagar operaciones abortivas. Bush, probablemente propiciará que no se otorguen. Clinton no sólo daba toda clase de facilidades a los abortistas sino que además, vetó una ley federal que prohibía el "half birth abortion". Pero, para ilustrar lo que digo, véase que la Corte Suprema de los EEUU que le dió la victoria a Bush luego del largo pleito que siguió a las elecciones dictó un fallo, anulando la ley de un Estado en la que se prohibía ese aborto.

    (Nota: Ese horripilante aborto consiste en matar al niño ya nacido con la excusa de que por tener la cabeza aún dentro del seno de su madre, es todavía un "feto". Le trituran la cabeza.)

    Tampoco niego que en aquellos asuntos en los que no se permiten opciones hay un cierto toque personal, un matiz, que un presidente puede darle que no le daría el otro.

    Si realmente Bush es "conservador cristiano", es reconfortante pensar que su toque personal estará remotamente inspirado en la moral cristiana. Digo "remotamente" porque Bush, al no ser católico ignora la "A" de la moral de N.S. Jesucristo (no el ABC, porque doy por sentado que la "BC" la conocen). Así como era extremadamente desagradable el "touch" amoral-agnóstico-socialista que ponía Clinton en sus actitudes.

    Pero en la marcha general de los asuntos centrales, no creo que ambas presidencias, como tampoco las anteriores entre sí, difieran demasiado.

    Como ya dije en una "Botella" anterior sobre las elecciones norteamericanas, es muy simbólico que haya sido el Estado de Florida el que decidió la presidencia de los EEUU en contra de Clinton-Gore y en favor de Bush.

    Fué precisamente en ese Estado en que ocurrió el drama del niño cubano Elián González. El fué arrancado violentamente de la casa de sus tíos y finalmente enviado a Cuba, por orden de Clinton, quien asi satisfizo los deseos políticos de Castro.

    Es clarísimo que los exilados cubanos dieron a Bush la victoria por escasos centenares de votos.

    Sin embargo, Bush no dijo ni una palabra en su discurso que permitiera ser interpretada como su decisión de reforzar las sanciones contra el tirano ni como un reconocimiento hacia los exilados.

    Esto en cuanto a lo que es en realidad la diferencia entre un presidente y otro.

    Pero la gente los vé de otro modo. Es evidente que en EEUU existe una gran diferencia entre la psicología y los principios morales de un "conservador" y un "liberal". Y la oposición entre unos y otros se va tornando cada vez más profunda. Es probable que, muy pronto, esa diferencia termine por resquebrajar la unidad monolítica que el "establishment" ha conseguido mantener en la política partidaria republicano-demócrata.

    Lo ocurrido con las elecciones de Noviembre pasado puso en evidencia una furia demócrata y de izquierda por ver la presa arrebatada de sus fauces y una decisión, una inteligencia y un coraje cívico de parte de los "conservadores" que me asombró. No se dejaron arrebatar la que suponían una victoria del conservadurismo. La venganza de Elián (como le llamó un diario a la victoria de Bush) fué más amplia que el simple cómputo electoral: fué la movilización de esos conservadores a un punto que los mostró capaces de no ceder ante ninguna embestida y de responder a con ingenio a todos los artilugios e insidias de la prensa dominada por la izquierda.

    Un artículo escrito para "Time" del 18/12/2000, Andrew Ferguson dice: "La disputa sobre Florida toca los primeros principios, como frecuentemente ocurre en las disputas entre liberales y conservadores".

    Y los "conservadores" reaccionaron a la altura de la situación.

    Es una esperanza remota, pero esperanza al fin. "Something is moving in the USA", podríamos decir, parafraseando a Hamlet, pero a contrario sensu.

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