El autor


Cosme Beccar Varela nació en Buenos Aires el 28 de enero de 1938. Hijo de Cosme Beccar Varela y Julia Helena Sudblad, fue el mayor de 9 hermanos. Estaba casado con María Josefina Amadeo Padilla, y juntos fueron padres de Cosme, Mario, María Josefina e Isidro. Murió el 26 de agosto 2020 en su cuidad natal, con la asistencia de los Sacramentos de la Santa Iglesia, y rodeado del cariño de su familia y amigos. Su mujer, hijos, once nietos y dos bisnietos, asi como el resto de sus familiares y amigos, lo recordarán con cariño y nostalgia.

    Desde su juventud se interesó por la defensa de los valores católicos. A los 17 años estuvo entre los que defendieron la Catedral en 1955 contra la turba peronista que pretendía quemarla. Estudió derecho y se recibió en la Universidad de Buenos Aires. Inició su carrera en el Estudio Beccar Varela, fundado por su abuelo Horacio, donde se convirtió en un exitoso abogado, abriendo años más tarde su propio Estudio, C & C Beccar Varela.

    Líder y hombre de acción, editó durante su juventud la revista Cruzada, que aglutinó jovenes argentinos con ideales similares a las suyas. Años después conoció y admiró la obra del brasileño Plinio Correa de Oliveira, y en 1967 fundó la Sociedad Argentina para la Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad, una sociedad civil que buscaba defender esos tres valores ante la opinión pública por medio actividades en la vía pública, conferencias y publicaciones de libros y revistas.

    Cosme Beccar Varela era un hombre de gran educación y conocimiento de la filosofía y la historia, asi como un hombre de Fe y gran piedad Mariana. Era un polemista nato, y puso ese talento al servicio de la buena causa toda su vida. Su actuación en la Argentina entre los años 1970 y 1990 fue cosiderable, y como líder de la TFP fundada por él, era un referente del pensamiento católico tradicional, pronunciándose y escribiendo libros sobre temas como el comunismo, el divoricio, el aborto y muchos otros.

    A comienzos de los años '90, preocupado por ciertos desvíos canónicos dentro de la TFP, y la inefectividad de su accionar en la Argentina, manifiesta su discrepancia y pide una corrección. Como esto no se dió, buscó entonces abrir un espacio político desde el cual luchar por la misma causa, y fundó el partido Orden y Justicia, que lo postuló a un par de elecciones nacionales.

    La falta de apoyo masivo (o aún significativo), nunca fue algo que desanimara a Beccar Varela, y ante la ausencia de socios o seguidores comprometidos, mantuvo durante veinte años una presencia online con su página de internet La Botella al Mar, una verdadera "voz que clama en el desierto" donde se pueden seguir las viscisitudes cada vez más tristes de una Argentina que se iba desmoronando, lenta pero inexorablemente, hasta llegar a lo que, en nuestros días, él consideraba la antesala de una dictadura marxista que cuenta con cada vez más herramientas para hacerse del poder de forma definitiva y destruir lo poco que queda de la Argentina católica y tradicional que él amaba.

    Pese a eso, su Fé en Dios y su confianza en la Virgen de Luján, nunca cesaron. Su pluma, que se mantuvo activa hasta el final, nos revela su gran intelecto, dotes de polemista, coraje de decir lo que muchos callan, y una enorme esperanza en la restauración de una Argentina católica que, en última instancia, se llevó a la tumba.

    En el ámbito íntimo, era un verdadero caballero, honesto y generoso, que siempre ayudó a los más necesitados de su entorno familiar. 

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